Hasta mediados del siglo pasado, las familias de Torrubia cocían el pan en este horno.

 

En una economía fundamentalmente agrícola, el pan constituía una parte muy importante de la dieta alimentaria, por lo que al menos una vez por semana cada familia cocía el pan que sería consumido a diario.

 

El horno lo calentaba una hornera a la que se le pagaba en especie. Cada familia señalaba sus hogazas con marcas diferentes para diferenciarlas de las demás.

 

En días especiales con la fiesta, las mujeres elaboraban sus propios dulces, tortas, magdalenas, etc, que se cocían después del pan, cuando el calor del horno había caído.
 


Galería de Imágenes

Comparte esta Página